Averigua los errores de seguridad alimenticia que tienes que evitar si trabajas como manipulador de alimentos

Los comestibles se contaminan mediante una pluralidad de mecanismos. Algunas de las cosas que pueden contribuir a las enfermedades transmitidas por los productos alimenticios son: el lavado inadecuado de las manos, la contaminación cruzada, las temperaturas de almacenaje y cocción, y la polución de los comestibles por desechos animales.

Las bacterias, gérmenes y microorganismos que llevamos en las manos es una combinación de peligro tratándose de elaborar alimentos, con lo que tener las manos limpias es una de las reglas más importantes en cualquier proceso de manipulación de alimentos. Puedes emplear la regla 20/20 (20 segundos de limpieza y 20 segundos de secado), antes y tras preparar o cocinar alimentos, en especial carnes crudas.

Es recomendable lavar las manos y las superficies habitualmente. Las bacterias dañinas pueden propagarse por toda la cocina y penetrar en las tablas para cortar, los utensilios y las encimeras. Lávese las manos con agua caliente y jabón ya antes y tras manipular productos alimentarios y tras utilizar el baño, mudar pañales o manipular mascotas. Use agua caliente jabonosa y toallas de papel o paños limpios para limpiar las superficies de la cocina o los derrames. Lave los paños con frecuencia en el ciclo caliente de su lavadora. Lave las tablas para recortar, los platos y la encimera con agua caliente y jabón tras preparar cada comestible y ya antes de pasar al siguiente.

Mantenga separados la carne, las aves, los mariscos y los huevos crudos de otros alimentos en el carrito de la compra, las bolsas y el frigorífico. Use una tabla para cortar productos frescos y otra separada para carnes, aves y mariscos crudos.

Para el recalentamiento de productos alimenticios, estos deben recalentarse a 75 grados en el plazo de 60 minutos. No se debe recalentar la comida al baño maría, puesto que no es suficientemente rápido. Es conveniente emplear un termómetro de sonda para medir de manera regular la temperatura en diferentes unas partes del comestible, incluyendo la parte más gruesa del comestible. No recalentar los alimentos cocinados en más de una ocasión. Hay que desplazar o mezclar los alimentos para asegurarse de que se calientan uniformemente y evitar que haya puntos fríos. Si vas a recalentar los productos alimentarios en el horno o la parrilla, es preciso precalentarlos por el hecho de que en caso contrario puede que no sea suficientemente veloz.

Si se corta la electricidad, debemos sostener las puertas de la nevera y del congelador cerradas tanto como sea posible para mantener la temperatura fría. El refrigerador mantendrá los alimentos fríos durante unas 4 horas si no se abren. Un congelador lleno sostendrá la temperatura a lo largo de más o menos cuarenta y ocho horas (24 horas si está medio lleno) si la puerta permanece cerrada. Una vez que se restablezca la energía eléctrica, se deben seguir una serie de medidas para prevenir posibles riesgos alimenticios. Si no ha habido electricidad durante más de 4 horas, se deben desechar los productos alimentarios caducos (como la carne, el pescado, los huevos, la leche y las sobras) que hubiese en el refrigerador. Los productos alimenticios perecederos que no se han mantenido adecuadamente refrigerados o congelados pueden ocasionar enfermedades si se consumen, incluso cuando están bien cocinados. Si el congelador tiene termómetro, comprueba la temperatura cuando esté de nuevo encendido. Si el termómetro del congelador señala 4°C o menos, el comestible es seguro y puede regresar a congelarse. Si curso gratis manipulador de alimentos no sabe la temperatura en el congelador, examina cada bulto de productos alimenticios para determinar su seguridad. No puedes confiar en la apariencia o el olor. Si el alimento todavía contiene cristales de hielo o está a 4°C o menos, es seguro volver a congelarlo o cocinarlo.

A continuación se muestran algunas cautelas que se pueden tomar para cerciorarse de que las comidas preparadas para llevar al instituto, al trabajo, etcétera continúan libres de riesgos.

Asegúrate de preparar el alimento con las manos y los utensilios bien lavados. Lávate las manos antes de comer y educa a tus hijos a fin de que Siempre se laven las manos ya antes de comer. Las fiambreras y botellas de bebidas reutilizables deben lavarse y secarse a fondo todos y cada uno de los días. Si los envases están agrietados o partidos, reemplázalos, puesto que los microorganismos pueden medrar en cualquier grieta. Evita alimentos que representan más peligros como quesos blandos, germinados, patés, etc. Las fiambreras que se guardan en la mochila escolar o en un bolso se mantendrán frías durante más tiempo, singularmente si la mochila se mantiene alejada de fuentes de calor como la luz solar directa. Pon las bebidas congeladas o refrigeradas así como los alimentos para asistir a sostenerlos a baja temperatura.

La mayoría de los grandes brotes de enfermedades trasmitidas por los productos alimenticios en los últimos años han sido en frutas, nueces o verduras crudas. Siempre lave el producto, incluso si ha sido lavado tres veces, embolsado y sellado. Usamos una solución de agua con un diez por ciento de vinagre (10:1). También puede utilizar una solución orgánica comprada en una tienda.

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